Algunas fotografías me resultan conmovedoras. Una de esas imágenes es la que ha difundido la prensa internacional sobre las manifestaciones de miles de iraníes en la plaza de la Libertad (no podía tener otro nombre) de Teherán.
Esta foto no tiene padre ni madre. Decenas de fotógrafos de diferentes medios de comunicación la han publicado con distintos matices. Sin embargo la instantánea se vuelve universal; nace emancipada y pasa a engrosar la lista de imágenes que nos representan a todos frente a los poderes represores. Se iguala a tantas otras: Berlín, Tian’anmen, Yangôn, etc.
La marea verde surge, probablemente, del mismo movimiento reformista que condujo a Irán a la situación ultra-fundamentalista liderada por Mahmud Ahmadineyad en la que hoy se encuentra. Puede que el punto de partida que representa Mirhosein Musavi no sea el más óptimo, pues hoy por hoy cualquiera de las opciones está dentro del bote de la teocracia de los Ayatolás. Sin embargo, es la opción que yo deseo como ciudadano occidental, albergando en ella la esperanza de que los errores pasados y los excesos presentes puedan purgarse y conducir al pueblo iraní a una mayor libertad futura, y al resto de pueblos a una convivencia menos estridente.
Volviendo a la foto, me reconcilia un poquito con las gentes del otro lado del Mediterráneo ver que no están dispuestos a pasar por todo, y menos por un pucherazo que sirva para seguir mermando sus posibilidades de desarrollo en pro de una autarquía fundamentalista, arrogante y prolijamente armada hasta los dientes. De momento parece que han conseguido que el Consejo de Guardianes admita el recuento de votos en aquellos lugares donde se ha denunciado fraude. Comentábamos hoy que ningún gobierno admitiría nunca un pucherazo; conduciría inevitablemente a un baño de sangre. Comentábamos también que un recuento no cambiará demasiado la situación interna del país; puede que la empeore a corto y medio plazo. Pero desde luego tener el valor de denunciar en masa una situación como esta en un país donde las libertades son tan interpretables (a los homosexuales sin ir más lejos nos ahorcan porque sí, y perdón por meterlo a capón), me parece muy valiente.
Una foto más para recordarnos que siempre hay gente valiente en todos los sitios.
Esta foto no tiene padre ni madre. Decenas de fotógrafos de diferentes medios de comunicación la han publicado con distintos matices. Sin embargo la instantánea se vuelve universal; nace emancipada y pasa a engrosar la lista de imágenes que nos representan a todos frente a los poderes represores. Se iguala a tantas otras: Berlín, Tian’anmen, Yangôn, etc.
La marea verde surge, probablemente, del mismo movimiento reformista que condujo a Irán a la situación ultra-fundamentalista liderada por Mahmud Ahmadineyad en la que hoy se encuentra. Puede que el punto de partida que representa Mirhosein Musavi no sea el más óptimo, pues hoy por hoy cualquiera de las opciones está dentro del bote de la teocracia de los Ayatolás. Sin embargo, es la opción que yo deseo como ciudadano occidental, albergando en ella la esperanza de que los errores pasados y los excesos presentes puedan purgarse y conducir al pueblo iraní a una mayor libertad futura, y al resto de pueblos a una convivencia menos estridente.
Volviendo a la foto, me reconcilia un poquito con las gentes del otro lado del Mediterráneo ver que no están dispuestos a pasar por todo, y menos por un pucherazo que sirva para seguir mermando sus posibilidades de desarrollo en pro de una autarquía fundamentalista, arrogante y prolijamente armada hasta los dientes. De momento parece que han conseguido que el Consejo de Guardianes admita el recuento de votos en aquellos lugares donde se ha denunciado fraude. Comentábamos hoy que ningún gobierno admitiría nunca un pucherazo; conduciría inevitablemente a un baño de sangre. Comentábamos también que un recuento no cambiará demasiado la situación interna del país; puede que la empeore a corto y medio plazo. Pero desde luego tener el valor de denunciar en masa una situación como esta en un país donde las libertades son tan interpretables (a los homosexuales sin ir más lejos nos ahorcan porque sí, y perdón por meterlo a capón), me parece muy valiente.
Una foto más para recordarnos que siempre hay gente valiente en todos los sitios.
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Sobrecogedora la imagen, Sergio, y un canto a la esperanza y a la fe en el futuro. Tardarán más o menos, pero la teocracias están en vias de extinción. Demasiado han sufrido estos pueblos a líderes iluminados y autoproclamados (con el beneplácito de occidente)para que todo haya sido en vano. Te recomiendo un cómic para ilustrar la actual situación de Irán: se llama Persépolis. Creo que en alguna ocasión he intentado prestártelo. También hay película de animación (sobrecogedora) pero personalmente prefiero el papel. Un abrazo y a seguir así: cada dia más y mejor.
Desde luego que es impresionante. Me temo que a partir de ahora poco trascenderá de lo que verdaderamente esté pasando. Este régimen debe su existencia a una revolución de izquierdas e intelectual, facciones que fueron convenientemente diezmadas cuando los partidarios del Sha habían sido acallados y las riendas del poder estaban bien sujetas. desde entonces, mierda. ¿Recuperará algún día Persia aquella cultura que era puente entre Europa y la lejana Asia y se dejará de integrismos islámicos? ¿Podrán ir las mujeres sin chador y 2 hombres vivir juntos? Aún hay esperanza, la esperanza verde...
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